Finaliza el programa de seguimiento a las personas mayores con numerosos vínculos personales que perdurarán más allá de la emergencia sanitaria

Finaliza el programa de seguimiento a las personas mayores con numerosos vínculos personales que perdurarán más allá de la emergencia sanitaria

  • El Ayuntamiento planteará, cuando sea posible, un acto de reencuentro entre la red de voluntariado y las personas atendidas durante estos tres meses, para que se puedan conocer personalmente
  • Se ha apoyado a más de 2.000 personas mayores de 65 años que han recibido atención telefónica y ayuda en tareas cotidianas

El programa de seguimiento a los mayores que el Ayuntamiento de Mont-roig del Camp puso en marcha al inicio de la declaración de la emergencia sanitaria ha dejado muchas historias bonitas, emotivas y para el recuerdo, tanto para las personas mayores , como para el equipo de voluntariado que ha participado.

La iniciativa ha terminado hoy, coincidiendo con la finalización del estado de alarma y la entrada al período de la nueva normalidad, prevista para este fin de semana, pero con numerosos vínculos y afinidades creadas que perdurarán en el tiempo. Tanto es así que, en el momento en que se pueda, el Ayuntamiento llevará a cabo un acto de reencuentro entre voluntariado y personas que han sido atendidas para que se puedan ver y conocer personalmente. De hecho, la mayoría de personas que han participado en el programa piden poderse encontrar. Además, hay voluntarios que han dicho que aunque finalice el programa continuarán las llamadas por el vínculo personal que se ha creado, además de allá de la tarea de voluntariado. También las personas que han recibido el seguimiento piden poder agradecer personalmente a las personas que las han llamado o han ayudado durante estos meses.

Y es que han sido tres meses con historias bien entrañables, como la abuela que hizo llegar una mona en casa de una voluntaria el día de Pascua o una llamada para felicitar un cumpleaños que un voluntario hizo con gran ilusión y que emocionó a la persona mayor que la recibió. También, claro, ha habido historias de superación, como la de un hombre de 77 años, que estuvo a punto de ingresar por coronavirus y que la persona voluntaria lo llamaba para decirle buenos días, buenas noches y por saber cómo se encontraba, si mejoraba, si le hacía efecto del antibiótico o si necesitaba ayuda. Todo un apoyo prestado de corazón, y que el hombre, que finalmente terminó revirtiendo, también ha dicho que quisiera agradecer.

Más de 2000 personas atendidas

El programa ha contado con la participación de los trabajadores / as municipales de más de 15 departamentos o áreas del Ayuntamiento y de la empresa Nostreserveis, voluntarios del municipio y los CAP

Todos ellos han hecho seguimiento, a partir de protocolos de actuación y una intensa organización interna, a más de 2.000 personas, de las 2.850 empadronadas que tienen más de 65 años. Así, a todas aquellas personas mayores que no se han podido localizar por teléfono también se ha intentado encontrarlas en las direcciones de empadronamiento, en algunos casos sin éxito. Ha habido también ocasiones en que los mismos abuelos y abuelas han dicho que no era necesario, ya que contaban con suficiente apoyo familiar.

Más que llamadas telefónicas

De hecho, el programa se inició con llamadas telefónicas periódicas a todas las personas mayores para conocer cómo se encontraban, cuál era su situación personal, responder sus inquietudes, hacerles recomendaciones de salud y prevención, así como conocer si necesitaban ayuda. De esta manera se pudo identificar aquellos casos en los que se requería atención a domicilio.

Así, durante el estado de alarma se han llevado a cabo también tareas cotidianas como ir a tirar la basura o ir al supermercado a comprar o en la farmacia a buscar medicamentos, para que no tuvieran que salir a la calle. Además, se ha ofrecido un servicio de limpieza a domicilio, que también finaliza hoy, así como un servicio de comedor social a domicilio y entrega de alimentos de la Cruz Roja a las personas mayores que lo necesitaban, y que continuará según las necesidades.

Pero el trabajo diario de los voluntarios ha ido mucho más allá de estas cuestiones prácticas, ya que muchos se han dedicado a acompañar psicológicamente a personas que lo estaban pasando mal con procesos de angustia y ansiedad o incluso con depresión por la Covid-19 o por el agravamiento de procesos anteriores.

Finalmente, los trabajadores municipales también han hecho de enlace entre estas personas y el Departamento de Salud o los hospitales cercanos en el seguimiento y el tratamiento de algunas patologías previas. Así, también se ha asistido a personas más jóvenes con patologías, que necesitaban ayuda para ir a hacer los tratamientos y el seguimiento de las analíticas en el CAP, así como personas con Covid o posible Covid en coordinación con el CAP.

 

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