Las obras de la plaza Miramar, con el consenso de vecinos y comerciantes, comenzarán después del verano

Las obras de la plaza Miramar, con el consenso de vecinos y comerciantes, comenzarán después del verano

  • La planificación de esta obra, que costará 650.000 y tendrá una duración de 5 meses, se ha presentado públicamente este miércoles

La presentación de la planificación de la obra contó con la presencia del alcalde Fran Morancho; el concejal de Vía Pública y Servicios Generales, Ferran Pellicer; el gerente de Nostraigua, Josep Lanaspa; el arquitecto municipal, Lorenzo Rofes; la arquitecta del proyecto ejecutivo, Núria Gassó y representados de la empresa adjudicataria

El Ayuntamiento de Mont-roig del Camp, vecinos y comerciantes han acordado que las obras de la plaza Miramar comiencen después del verano. Esta es la decisión que consensuaron en el transcurso del acto de presentación de la planificación de la obra, que tuvo lugar este miércoles en la Casa de Cultura.

Las obras de reforma, que tienen el objetivo de convertir la plaza en un nuevo espacio de referencia y vida social del núcleo de Mont-roig, tienen un coste de 650.000 euros y una duración de 5 meses. La Junta de Gobierno Local adjudicó los trabajos a la empresa Auxiliar de Firmes y Carreteras, SA, el pasado 20 de marzo de 2019.

Planificación de la obra

La empresa explicó en la presentación a los vecinos que se prevé una afectación total de la zona. La primera fase, que es la que coincidiría con el verano si empezaran las obras de forma inmediata, es la más molesta, debido a que prevé las demoliciones y derribos de los servicios actuales. De ahí que los asistentes, y especialmente los comerciantes, prefirieron dejar pasar esta época y posponer el inicio de los trabajos.

En esta primera fase se contempla también la renovación de alcantarillado y pluviales así como nuevas instalaciones de agua. En la segunda fase se empezará a trabajar con los pavimentos y el último mes será el momento de los acabados, el mobiliario y el arbolado.

Los detalles del proyecto

El proyecto prevé renovar todas las instalaciones, quitar la fuente central, un nuevo pavimento, nuevo arbolado y nuevos elementos de mobiliario urbano para poder hacer actividades, fiestas y espectáculos.

La plaza, que dará prioridad a los peatones, será de plataforma única, como se hizo en el casco antiguo, es decir, sin aceras y sin barreras arquitectónicas. Los desniveles se salvarán con rampas y escaleras a modo de gradas que favorecerán poder hacer espectáculos y actos populares.

El pavimento será de hormigón lavado al ácido y habrá franjas para romper la uniformidad que serán de granito. Lo que se busca con este material es integración paisajística y naturalizar los materiales.

Además de mantener parte del arbolado existente, se plantarán nuevas especies que cambiarán de color según las estaciones y darán puntos de sombra y color a la plaza. Es decir, especies con flores en primavera y colores rojizos en otoño.

Habrá bancos para facilitar que la plaza sea punto de encuentro, así como una zona de juegos infantiles con elementos originales, además de una fuente de agua potable.

Sin embargo, la plaza no es el único que se reforma, sino que también entran en el proyecto las calles del Sol, La Pobla d’en Taudell y un tramo de la calle Riba i Mestre.

El parking adjunto

Una de las principales preocupaciones, especialmente para los comerciantes, era la pérdida de aparcamiento en la plaza, lo que se solucionará con diversas medidas. Por un lado, en la plaza se habilitarán estacionamientos de rotación, con limitación de tiempo de aparcamiento para favorecer la actividad comercial. Por otro, a pocos metros de la plaza se habilita una nueva zona de parking conectada a través de la calle Vinyols y la calle La Pobla d’en Taudell, con capacidad para 70 plazas de coche y 30 de motos.

La significación de la plaza

La reforma de la plaza significa ganar un espacio para centrar la vida social, festiva y de recreo, así como convertirse en espacio de referencia dentro del núcleo de Mont-roig. Una plaza pensada para pequeños y grandes que quiere convertirse en punto de encuentro y funcionar como un equipamiento público donde se puedan realizar toda clase de actos y actividades populares.

Tras la reforma de la avenida de Catalunya y el casco antiguo, quedaba pendiente rehabilitar este espacio que se convertirá en nexo urbano y punto neurálgico de Mont-roig, al mismo tiempo que permitirá dignificar una de las zonas que más comercio aglutina.

 

Los antecedentes

El proyecto ejecutivo ha sido redactado por la arquitecta y paisajista local Núria Gassó, tras recibir una serie de premisas procedentes de una consulta pública ciudadana.

Una plaza con más espacio para las personas, más verde y más activa. Este fue el resultado del proceso participativo de la plaza Miramar que se llevó a cabo con el fin de conocer la opinión de la ciudadanía sobre el futuro de este espacio público. La iniciativa se llevó a cabo en la primavera de 2017 y el vecindario pudo decir la suya de forma presencial y en línea a través de una encuesta, así como hacer aportaciones en una fiesta que se celebró en la misma plaza. El proceso también contó con entrevistas a los comercios de la zona. La encuesta de participación pedía la opinión de los participantes en relación a varias cuestiones relacionadas con la conversión en zona peatonal, el arbolado y los usos.

Posteriormente se hicieron encuentros con los vecinos y comerciantes en que se presentó el anteproyecto que definía las condiciones, directrices y criterios técnicos generales que recogían las propuestas de la consulta ciudadana. En estos encuentros se pudieron hacer, de nuevo, las aportaciones que se consideraron más adecuadas. Todo ello sirvió de base para la redacción del proyecto ejecutivo, que ha recogido las indicaciones del Ayuntamiento, vecindario y comercios.

La plaza Miramar actual fue diseñada por el arquitecto Jesús Coll Capilla en 1991, aunque la ordenación anterior fue de Juan Zaragoza Albi en 1964.

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